–
Cuando quiera volverte a ver,
a no luchar con el antes,
perderle el miedo al después,
calmar la sed con hambre,
y cogerte de la mano aunque no estés.
–
Enséñame,
a encontrar tu mirada en una pared,
a buscar aire en Bucarest.
Vivir en el desorden del no saber.
Poder rodearme en tu piel
y despertarme con tus besos sabor café.
–
Enséñame,
a ser capaz de fundirme en tu piel
a ser parte de tu ser.
Cuando no sea la luz sino la oscuridad la que empiece a doler,
pintaré tu olor de algún color pastel
y soñaré con que estás allá donde yo esté.
–
Enséname,
a mantener la certeza de que habrá un después
a nunca perder la fé.
Crecer sin ti y aun así nunca dejar de creer,
en que aquello que un día fue,
siempre podrá volver a ser.
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